sábado, 18 de julio de 2009

Cuando el triunfo llega demasiado tarde

Me pregunto qué es triunfar. Sin duda algo distinto para cada uno y, sin embargo, triunfar no es algo personal, sino colectivo. Resulta paradójico: cada cual piensa que el triunfo es algo concreto a lo que aspira y exhibe, pero en cambio son los demás los que aplaudiendo muestran un éxito.
En fin, miles de heroínas y héroes cada día...
  • unos, triunfan sin saberlo, porque detrás de sus espaldas la gente aplaude.
  • otros creen haber vendido a los demas su triunfo, que se desmonta en cuanto abandonan la estancia.
  • la mayoría, simplemente alcanza el triunfo, se sienta junto a él, se acarician, y ambos se dan cuenta que han llegado demasiado tarde...
cuando el triunfo llega demasiado tarde, se da uno cuenta de lo innecesario que resulta alcanzarlo. Cuando el trabajo y la carrera de fondo son el estandarte de una vida, la llegada del triunfo deja ya de importar. Y es que el triunfo es algo destinado a animar a los mediocres, a los que necesitan palmadas nada más empezar, a los que no saben reconocerse y comprender, que el triunfo, es mejor que llegue demasiado tarde, para sentarse a reírse junto a él con todos aquellos que te lo regalan.
Felices días de triunfo.