lunes, 7 de junio de 2010

EL HÉROE SE ARRODILLA

Este fin de semana, mezclándome entre la gente he visto decenas de actitudes heroicas, pero sin duda la que más me ha llegado ha sido la del héroe arrodillado.
Sin duda, lo vivido honra al héroe del que hablaré y me hace avergonzarme por haberme entregado tan pronto a la crítica facilona (uno de mis mayores defectos, sin duda. Siempre recapacito tarde).
Pues bien, participando en un campeonato en Colungo (Prepirineo de Huesca) de tiro con arco y propulsor, formamos equipo con dos colegas franceses (grandes aficionados al arco y al propulsor prehistóricos, y con gran tradición de tiro). Uno de ellos esperaba, sin duda, mucho de sí mismo, pero la suerte y el acierto no estuvieron de su lado aquella tarde. Lo cierto es que tuvo algunos momentos de ira y en uno de ellos, al más puro estilo McEnroeniano lanzó su arco con furia contra la sierra y la tensión permaneció toda la mañana, sin poderla mitigar.
En cualquier caso, tras el incidente, contamos lo ocurrido a los compañeros con los que solemos compartir otros campeonatos, criticando ciertamente el carácter de nuestros vecinos: que se muestran muy serios, que se les ve molestos ante nuestra efusividad celebrando dianas o durante las comidas, que si son los reyes del tiro pero también tienen sus días malos... en fin, esas cosas que se comentan al hablar por hablar.
Pues mi vergüenza llega cuando el compañero francés, antes de marchar a Francia tras todo el fin de semana, nos buscó para disculparse por su momento de ira. Entre francés e inglés confesó sentirse mal porque se había comportado como un estúpido al no poder controlar su ira y haberse dejado arrastrar por sus sentimientos.
Por supuesto, en ese momento se convirtió en un héroe capaz de pedir disculpas, y yo pasé a sentirme la persona más estúpida, más cobarde. Me alegro de haberme dado cuenta de ello. Así que, no es que los héroes también se arrodillen, sino que las personas capaces de arrodillarse y pedir disculpas (sobre todo las de fuerte carácter) son auténticos héroes en ese momento.
Un abrazo a todos los participantes prehistóricos en Colungo.