sábado, 10 de abril de 2010

DESAPARECER

Pon una música honda.
Deja que tus ojos se pierdan en algún lugar entre ti mismo y el infinito.
Observa que después de espirar hay un instante,
más largo de lo normal,
de vacío.
Y luego el hambre de aire te hincha mezclando
los sentimientos,
sin posibilidad de palabras,
sin explicación posible,
solos tú y el universo que llevas dentro.

Si lo has conseguido, ¿puedes responderme?
¿por qué seguir?, ¿a dónde vamos?, ¿cómo sabemos que vamos en la dirección adecuada?, ¿hay una dirección adecuada?, ¿hay un lugar al que ir?, ¿hay un motivo para seguir caminando?, ¿hay posibilidades de que no haya respuestas?...

Cuántos héroes desparecen cada día,
cuánto silencio sobre ellos,
y ya está.
No hay nada más tras desparecer.
Sólo,
cuando desaperecen nuestros propios héroes
dejan recuerdos:
de verdad e inventados por nosotros mismos,
porque el ser humano siempre deja el vacío
de no haberse explicado a los demás lo suficiente...
...o los demás no hemos querido escuchar
cuando aún era posible.

Si tienes una heroína o un héroe cerca,
no dejes que se vaya de tu vida
sin haberle conocido
de verdad.

Un abrazo a mis héores desaparecidos,
ya demasiados.