viernes, 18 de febrero de 2011

SOMOS INCREÍBLES

     Cada día nos levantamos sabiendo que puede ser el último... o peor... el último para un ser querido.
     Tomamos los pesos del pasado y los levantamos con fuerza para caminar hasta que nos dormimos cedidos por el cansancio.
     Por la noche reconstruimos nuestra vida para que duela un poco menos. Curamos heridas, olvidamos, aunque las ampollas nos obliguen a cojear.
     Cada día es nuevo aunque deseemos que sea igual.
     Cada día dejamos de ser lo que fuimos ayer, sin olvidarlo.
     Cada día nos transformamos un poco, para sobrevivir.
     Es una lástima que a los seres humanos cotidianos se nos olvide que somos un tesoro por descubrir, y nos dejemos llevar por una sociedad que se empeña en recubrir de gloria, de basura, de misterio, de belleza... a personas, cuyo verdadero valor se quedará ya para siempre oculto. Me alegro mucho de ser una más del montón, un montón por descubrir por los verdaderos buscadores de tesoros. 
Abrazos.